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Consorcio "Colaboratorio Universitario de Ciencias, Artes, Tecnología, Innovación y Saberes del Sur"

Convocatoria para la Revista Ucronías: Entrevista a Iván Pablo Orbuch

Convocatoria para la Revista Ucronías: Entrevista a Iván Pablo Orbuch

— Nota publicada el 14 de marzo de 2022 —

El historiador, docente e investigador de la Universidad de Hurlingham será el coordinador de un nuevo número de la publicación científica periódica del CONUSUR. Magister por la FLACSO y Doctor en Educación, Orbuch instó a otros investigadores e investigadoras a enviar artículos académicos que ayuden a comprender las políticas públicas y la ciencia, tecnología e innovación vinculadas a la salud.

Convocatoria para publicar artículos científicos en la Revista Ucronías del CONUSUR

– ¿Cuál fue el motivo de la elección tema “Salud, políticas públicas y ciencia tecnología e innovación?

– Ahí confluyen varias cuestiones, en principio, por la propia dinámica del consorcio CONUSUR en cuanto al valor que se le da a la ciencia, tecnología, innovación y educación sobre la salud. Muchos de estos tópicos son abordados de distintas formas dentro de las universidades: en conferencias, conversatorios, publicaciones, cursos de posgrado, entre otros.

Además, está claro que empezó a haber una preocupación muy fuerte a nivel social y por supuesto en las universidades, debido a la pandemia. Por ejemplo, en mi ámbito original de trabajo que es la historia, aparecieron muchos colegas que trabajaron para traer a la memoria otras pandemias pasadas: el brote de poliomielitis en 1956, la fiebre amarilla previa a la formación del Estado-Nación, de la Gripe Española en 1918. Fueron un intento de poder indagar históricamente los antecedentes vinculados a lo que vivimos hoy.

También nos parecía que la cuestión de la salud pública relacionada con intervención estatal es una temática ampliamente rica para analizar.

– ¿Cuáles cree que son las fortalezas y las debilidades respecto de la salud en el país?

– En Argentina, en primer lugar hay un sistema de salud público pero además hubo, a partir del conocimiento de lo que estaba pasando con el Covid-19 en otros lugares, una clara iniciativa política de invertir cuantiosos recursos para duplicar las camas de terapia, respiradores, así como más adelante para conseguir vacunas.

Recordemos las imágenes terribles que llegaban desde Europa, pero también de países limítrofes como Brasil, Perú y Ecuador. Personas que morían en las calles sin tener una cama en un hospital. O también la cuestión del personal de salud de tener que elegir a quién se le daba un respirador y a quien no.

También es algo muy particular de nuestro país que haya sistema de salud y de seguridad social fuertemente vinculado a los sindicatos, con las obras sociales y los sanatorios por rubro de actividades. Eso es algo muy original.

En cuanto a las cuestiones negativas vinculadas a la salud de la población en nuestro país tienen que ver, por supuesto, con la fragmentación social creada básicamente con el advenimiento del sistema neoliberal, primero durante la dictadura cívico-militar pero también en la década del 90. Esto tuvo consecuencias que pueden apreciarse claramente. Un trabajador que percibe salarios más altos puede acceder a una prepaga donde “supuestamente” las condiciones son las mejores, o al menos más ágiles. Digo “supuestamente” porque muchas veces fue el Estado el que se hizo cargo de la desidia del sector privado o simplemente tuvo que intervenir cuando este se vio superado. Pero está claro que aún, el acceso a la salud no es igual para todos.

– ¿La pandemia cambió el modo de ver la investigación y la educación sobre la salud?

– Por supuesto que la pandemia trajo una fuerte preocupación por el tema de la salud, y de la educación sanitaria. Pero hubo antecedentes fuertes. Entre 1946 y 1955 hubo una política de creación de centros de salud, pero también de crear una conciencia social de que muchas enfermedades están asociadas a las malas condiciones de higiene o directamente a las malas condiciones de vida. En ese sentido la medicina preventiva de Ramón Carrillo es una buena referencia histórica de políticas estatales vinculadas a la educación sobre la salud que fueron exitosas.

También está claro que la pandemia influyó en que haya una mayor cantidad de recursos pero también de investigaciones en la materia y el interés, no solamente de la política, sino que la gente estuvo vinculado a esto y sirvió para acelerar recursos destinados a todos estos temas.

– ¿Cuál es el protagonismo de las universidades en la mejora del sistema de salud pública?

– Es central y en especial puedo mencionar algunos ejemplos de las del CONUSUR. En la Universidad de Hurlingham, que es donde yo me desempeño, existe una Carrera de Enfermería, y durante la pandemia se transformó en un Centro de Vacunación de referencia para la zona oeste. Pienso también en la Universidad de Avellaneda y en cómo ha aumentado la matrícula en carreras vinculadas a la salud. En la Universidad Jauretche y su fuerte vínculo con el Hospital “El Cruce” de Florencio Varela. Agrego los Laboratorios que están funcionando o se están construyendo actualmente.

Hay un montón de científicos, trabajadores y tecnología destinada al ámbito de la salud pero, por sobre todas las cosas, existe una fuerte decisión desde los más altos estamentos de estas universidades de que el sistema de salud sea cada vez más igualitario y sobre todo que llegue a más personas.

Más allá de las investigaciones o de lo que se puede aportar en el tema de innovación y de investigación científica, las universidades, particularmente las del CONUSUR han estado al servicio del pueblo, de la salud popular. Y eso es algo que, en lo particular, me enorgullece.

Además, lo que se busca es salir de una mirada, muy del siglo XX, donde el intelectual universitario estaba en una torre de marfil, muy alejado de los problemas cotidianos. En la actualidad hemos visto cómo los investigadores han estado todo el tiempo escribiendo y trabajando para solucionar los problemas comunes a todos. En especial, trabajando para que la salud no sea un bien privado sino público y colectivo, para que todos podamos vivir mejor, en definitiva.

– ¿Cuáles son sus expectativas del tipo de artículos que se pueden presentar para la revista?

– En primer lugar es un tema convocante: cómo el Estado y las políticas públicas influyen en la salud, cómo la ciencia y la tecnología intervienen en la innovación, cuáles son los desafíos y las perspectivas. La idea de este dossier y de esta revista es hacer un análisis interdisciplinario y de la forma más detallada.

No solo un racconto histórico del sistema de salud, del sistema educativo, cómo los organismos públicos se pudieron complementar con las universidades nacionales, cuál fue el rol de la investigación científica, de los organismos internacionales, nacionales, provinciales y municipales.

Las expectativas pasan por recibir, y ya nos están llegando, una cantidad de trabajos que puedan abordar el tema de una manera detallada, interdisciplinaria y en un período histórico muy grande. Primero pensábamos acotarlo solo al siglo XXI, pero hay cuestiones del Siglo XX y del XIX que son también muy importantes para entender la actualidad.

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